Una de las preocupaciones que genera mayor inquietud en la mayoría de asociaciones de carácter empresarial o profesional es desarrollar estrategias para la captación y fidelización de sus asociados. Actualmente, los principales servicios que ofrecen las organizaciones para cumplir estos cometidos, giran alrededor de cuatro grandes áreas: la formación, el asesoramiento personalizado, la gestión de la información y la representación colectiva o individual ante terceros.
Excepto en trámites o funciones específicas de la propia organización, resulta evidente que cualquier profesional puede acceder con relativa facilidad a la mayoría de estas “prestaciones” o servicios, ya sea mediante cursos en escuelas de negocio o formación, lectura de blogs y publicaciones del sector, presencia en ferias y congresos, o de la propia consultoría con asesores especializados.
Ante esta realidad, debe añadirse la que es hoy, sin duda, la principal preocupación de las empresas y los profesionales de nuestro país: acceder a nuevos espacios generadores de clientes y negocio.
La cuestión que se plantea aquí no es tan sólo qué pueden ofrecer las organizaciones a sus asociados que estos no puedan encontrar fuera de su seno, sino, y más importante aún, cómo pueden las organizaciones que aglutinan estos colectivos de profesionales ayudarles en su empeño de vender más y mejor.
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